lunes, 5 de julio de 2010

A MI MAESTRA


Hoy yo quiero recordar,
aquellos mis años de niño,
en la escuela de Lober,
con mucho orgullo y cariño.

Era el año 50,
cuando a Lober llegaba,
la maestra del pueblo,
y tenía por nombre Casiana.

Su marido el Sr. Pedro,
por las calles paseaba,
mientras su mujer Dñ Casiana,
de los niños se ocupaba.

Catorce años estuvieron
en la escuela de Lober,
enseñando lo que sabían,
era como debía ser.

A los 6 años comencé,
hasta los 14 cumplidos,
y día a día a mi me enseñaba,
igual que a todos los niños.

Su marido el Sr. Pedro,
hombre culto y complaciente
siempre nos explicaba cosas,
que aún yo llevo en la mente.

Nuncaca tuve otra maestra,
solo ella me enseño
lo poco que aprendí le debo,
ella nunca me engaño.

De su marido el Sr. Pedro,
también aprendí alguna cosa,
la experiencia de su vida,
siempre estaba en su boca.

Ella me enseñó las letras,
también me enseñó a sumar,
a poner puntos y comas,
y la tabla de multiplicar.

La recuerdo comodona,
pues siempre a las rapazas mandaba
a lavar ropa al arroyo,
mientras con las vecinas hablaba.

También a los rapaces más grandes,
siempre trabajo les daba,
cuando el Sr. Pedro no estaba,
a picar leña nos mandaba.

Nunca hubo quejas de ella,
en el pueblo bien se portaba,
también en las noches de invierno,
a los mozos clases daba.

Siempre fue muy vividora,
puntada sin hilo no daba,
siempre una cosa u otra,
a los vecinos les sacaba.

Unas veces las patatas,
otras vellones de lana,
algunas veces los garbanzos,
y las hebras de la matanza.

Cochinos nunca mató,
pero en su cocina siempre había,
varales con las chorizas,
y lomo metido en tripa.

Cuando las mujeres amasaban,
un poco más de harina echaban,
para hacer una hogaza más,
ay con Dñ. Casiana…....

Con todo lo que estoy diciendo,
no quisiera molestar,
pero los que la conocían y me leen
bien saben que digo verdad.

Publicado por Gúmaro, 5 de julio de 2010.

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