jueves, 8 de marzo de 2012

LA PRIMERA DÉCADA DE UN MILENIO


A finales de los años 90  se esperaba el nuevo milenio con euforia por parte de mucha gente, todo mundo tiraba la casa por la ventana en años de vacas gordas , se esperaba  el milenio que teníamos a la vuelta de lo esquina como  un salto a el más allá. El día 1 de enero de 1999  se había introducido el €  como moneda única que compartiríamos con  once  países que lo habían adoptado. A partir de entonces nos parecía que las cosas iban a ir mucho mejor en unos años en que la economía crecía sin parar y que parecía que los arboles crecerían hasta  tocar en el cielo.

Se comenzaron a crear moles de ladrillos alrededor de las ciudades, se abrieron oficinas inmobiliarias por todos las esquinas donde acudían mayoritariamente jóvenes  para sacar un billete y  subir a un tren que no se podía perder.
Con solamente tener una nomina, las oficinas bancarias ofrecían créditos para comprar un adosado con todas las comodidades, y aún les sobraba dinero para comprar un coche de una gama más bien alta, firmando hipotecas a 40 años vista sin  ni siquiera saber  si una vez terminado el contrato de trabajo la empresa estaría dispuesta a renovar. Para  conseguir todo esto, es necesariamente trabajar  la pareja y poder destinar un sueldo a pagar la hipoteca mensualmente durante esos 40 años, y el otro para poder sufragar los gastos de la familia. Todo esto, yo particularmente  no lo veía nada claro, pues 40 años  es toda una vida laboral y que yo ya había vivido , y aun  yendo  todo bien, hay muchos altos y bajos, los cuales , a veces  son difíciles de superar.

No pasó mucho tiempo, en el que en el horizonte comenzaron a salir nubarrones, los cuales cada vez se hacían más espesos hasta llegar las primeras tormentas, y es  que todo,  o casi todo, se comenzó a desmoronar,  ya no se hacían horas extraordinarias, las cuales permitían hacer algunos extras durante el mes, pero lo peor  llegaba cuando la mayoría de empresas dejó de renovar contratos o comenzaron a hacer E. R. E, la gallina que ponía  los huevos de oro había enfermado y apenas  ya ponía.

En ese momento es cunado de verdad, os arboles habían dejado de crecer, los meses de hipoteca se iban acumulando hasta que la entidad cumple su derecho de desahucio,  dejando  miles de familias en la calle y  que aparte de perder el bien,  les queda una carga  con la entidad bancaria pendiente, vaya, atados de pies y manos.

Y las tormentas continúan. Se teme  una salida de España del €uro, algunos  economistas así lo creen, mucha gente de a pie  se creen que volviendo a la peseta estaríamos mejor, pero si eso sucediera, en estos momentos sería el peor de los males para los hipotecados.  Una salida de España del €uro provocaría una devaluación de la peseta de entre el 30% o el 40%, pero las hipotecas se seguirían pagando con €uros a su valor real, lo que haría que nada más con una devaluación de la peseta de  un 30%  los hipotecados pudieran hacer frente al pago de sus hipotecas.

Otros muchos se piensan que hubiera sido mejor  haber continuado en el €uro, como lo ha hecho Inglaterra.  Eso lo pueden hacer los ingleses que tienen una libra esterlina fuerte y nadie le mete mano. Nuestra peseta hubiera devaluado tanto que ni hubiéramos podido pagar lo que importamos y nuestra economía hubiera sufrido consecuencias aún más graves.

A corto plazo, no se ve que las tormentas escampen, vamos a pasar por lo menos un par o tres de años malos. Esperemos que surja el milagro y se arregle todo un poco, pero como antes de este batacazo, nunca volverá a ser como era antes.

Gúmaro, 8 de marzo de 2012

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